Cosas raras que se oyen en las librerías

¡Buenos días de lunes! Hoy empezamos la semana con buen humor, ya que el libro del que os voy a hablar hoy os hará pasar un rato divertido.

Es un libro diferente, no es una novela, es una compilación de anécdotas de libreros con los clientes de algunas librerías. 

Como ya sabéis, y si no lo sabéis os lo digo ahora ;), yo trabajo en una librería y me hacía mucha gracia leerme el libro, y hay algunas anécdotas que no me sorprenden nada, porque a mí me han pasado cosas parecidas.

La reseña será un poco diferente a las que hago habitualmente ;)

Autor: Jen Campbell
Año: 2015
Género: Humor

Sinopsis

Este es un libro de anécdotas en el sentido más estricto del término. Cuando un cliente se acerca a una librería no siempre sabe qué quiere leer, y si lo sabe, no conoce exactamente el título del libro que busca, o el nombre del autor del libro... La oportunidad para el malentendido, la anécdota o el chiste está servida. Sin embargo, detrás de cualquier chiste se esconden verdades incuestionables, que en este caso tienen que ver con el 'despiste' de los clientes y la creciente incomprensión con respecto a esa pregunta tan antigua.

Mi opinión

Me ha gustado mucho, hay algunas anécdotas realmente buenas que te hacen sonreír, pero también hay otras en las que ves el morro que tiene la gente a veces.

Lo que más me llamó la atención de este libro fue que a alguien se le haya ocurrido publicar un compendio de frases y anécdotas de libreros. Es muy cortito, como cabía esperar, pero está lleno de anécdotas.

Os pongo algunas que son las que más me han gustado:

Cliente (sosteniendo un libro de cocina): ¿Le importe que fotocopie esta receta?

Librero: Pues sí, me importa

Esto también me lo dijeron a mí una vez. Una chica me pidió un boli y una hoja para copiar una receta que le había gustado de un libro...

El cliente está leyendo un libro, detiene la lectura, dobla la esquina de una página y lo vuelve a poner en la estantería.

Librero: Disculpe, ¿qué está haciendo?

Cliente: Estaba leyendo el primer capítulo de este libro, pero llego tarde a una comida, así que he marcado la página. Volveré mañana para leer el resto. 

Eso también pasa donde yo trabajo. De hecho, hay gente fija que viene cada día a leer, se sienta en una esquina con su libro y así pasan la tarde. O directamente vienen con una libreta para apuntar las ideas principales de algún libro de ensayo.

Y esta es buenísima, aquí queda bien plasmado el morro que tiene la gente:

Suena el teléfono.

Librero: ¿Diga?

Cliente: Estoy buscando un libro para mi sobrina. Tiene seis años y no sé qué comprarle. No sé qué cosas le gustan porque no la veo muy a menudo, mi hermana vive fuera del país.

Librero: Vale. ¿Cómo se llama?

Cliente: Sophie.

Librero: Pues... ¿conoce la serie Sophie de Dick King Smith? Hasta hay un libro que se titula Sophie cumple seis años. ¿Quiere que compruebe si hay ejemplares? Estoy casi seguro de que quedan algunos.

Cliente: No, no os preocupéis. Ya lo pediré por Internet.

Librero: Pero... se lo acabamos de recomendar nosotros.

Cliente: Y os lo agradezco. Es una pena que Amazon no tenga una persona con quién hablar de estas cosas. Pero al menos puedo contar con vosotros.  

Creo que es la que más me gustó de todo el libro, y me imagino la cara que se le quedaría al pobre librero cuando le dijeron eso.


Nota:

Por cierto, en el libro pone que incluye e-book pero no está explicado como se consigue, ¿alguien lo sabe?

Estoy pensando en hacer un post sobre este tema, pero creo que al final me pondría de mal humor haciéndolo, porque de verdad que tratar con la gente cada día quema muchísimo, lamentablemente abunda la gente mal educada o que simplemente creen que los dependientes son sus mayordomos.

¡Espero que os haya gustado la reseña! Y, contadme, ¿os han pasado historias similares a estas en vuestros trabajos?

¡Qué tengáis un buen día!